25 septiembre 2008

Pinceladas de un gran viaje


Acabo la aventura Canarias los Andes y nos dejó un agradable recuerdo de por vida, en la revista Viejas Glorias 08, saldrá un bonito articulo de las maravillas del Peru. y nuestro pasaje por el altiplano andino.

16 mayo 2008

Del Cielo de Puno al mar de Arica












Me desperté en el hotel de Puno a las 3h. de la madrugada, no podía dormir, me faltaba oxigeno, el paseo por el lago y el ambiente de esta ciudad me dejó caos, a la mayoría de los compañeros también les afecto la noche, pesada e ingrata, nuestro compañero Pedro sería la primera baja de la aventura, acabó la etapa anterior ardiendo fiebre y no pudo recuperarse para la última.

Nos comentaron antes de la salida, que bajaría el termómetro a -5º Efectivamente las previsiones no fallaron, una helada impresionante nos acompañó a lo largo de más de cien kilómetros de paseo por el lago, las cunetas de las carreteras y los campos de la ribera estaban cubiertos por una capa de escarcha helada.

Pasamos por Acora, llave, Juli y Yunguyo acabando en desaguadero el río que como su nombre indica desagua el lago y sirve de frontera con Bolivia. Aquí empieza la otra apuesta pues tenemos que ascender hasta los cinco mil metros de altura durante más de 200 kilómetros para luego bajar hasta el mar, todo en unas horas, después de haber vivido tantas experiencias en esta aventura, esa parecía la propina final.

Remontamos el altiplano hasta el punto más alto del recorrido pasito grande, aquí el GPS nos indicaba que estamos a 4872m. de altura, paseando con la moto, realmente sobrecogedor, un frío de altura, no te permite quitar el casco, el paisaje lunar se tiende aun más hasta las cercanas montañas, mostrando unos escenarios de película de Marte.

Empieza el descenso y es ahí donde nos damos cuenta de la altura en que estamos toda la otra parte de la cordillera se ve más abajo, la sensación es inexplicable, pero vamos descendiendo por unos paisajes inhóspitos y llenos de relieves, la carretera es buena y el radio de las curvas invita a relajarte en la conducción.

La laguna lariscota mantiene el espejo del cielo estática y sin vida apreciable, El descenso se hace divertido, a lo que Roberto como guía decide relajarse y tirar en la conducción, Huayapujo, chilligua, pueblitos que van salpicando el descenso, Cuajote, Torata, samegua y hasta la entrada en Moquegua donde volvemos a llenar los tanques.

Todo sea dicho, hemos bajado a un ritmo bastante ligero, y en algunos momentos hasta peligroso, ya que las curvas tenían esas manchas negras que dejan los camiones que te vas encontrando de frente en su devenir de alturas. A Dios gracia quedó en la anécdota como estiramiento y premio a tantas rectas y monotonía.

Volver desde Moquegua a Tacna es desandar el camino hecho, desde la otra cara, así que mucha paciencia pues el desierto empieza a repetir un escenario que ya conocemos, largas rectas interminables, desierto de arena que se nos pierde la mirada en la distancia, monotonía de unos espacios olvidados por la civilización.

Tacna nos devuelve a chile, otra vez, control aduanero y pase usted que va de giri, lamentablemente las fronteras son inevitables, pero resultan un caos a los que tienen que devenir entre las dos últimas ciudades de los diferentes puntos. Arribamos a Arica, sobre las seis de la tarde.

Dejamos las motos en el hotel, y nos dimos unos abrazos de satisfacción, por el deber cumplido, fueron 3700 km. De autentica carretera sin escrúpulos, 12 días de aventura controlada, mil millones de fotogramas, y miles de sensaciones que intentaremos digerir los próximos días, toda una agradable experiencia con un grupo de amigos fantásticos.

Cena especial de despedida, palabras expuestas por todos a lo que se nos antoja inolvidable, forma de conocer mundo, hacer amigos, recorrer espacios olvidados, volar por los cielos más altos del planeta, intercambiar culturas y llevar nuestra moto solidaria con los hechos y experiencias relatadas, volveremos dijeron muchos, volveré juramos otros.

TITICACA.-El mar de Bolivia











A las seis de la mañana la lluvia era serena e intensa, estaba claro que no iba a parar para que pudiera tomar las motos y emprender la penúltima etapa, así que abrigados hasta las orejas decidimos afrontar la realidad y mojarnos hasta que el Dios lluvia decidiera.

Una media hora más estuvo calando, un rocío mañanera que sacaba el humo triste, de las chimeneas de barro, me quedo cierta melancolía dejar el valle sagrado, me había enseñado tanto de la cultura de los Incas y del autentico pueblo actual del Perú, que me prometí volver en alguna otra aventura, sin duda es un destino lleno de sensaciones.

Ahora enfilamos por Pisaq el escape a la urbe Cusqueña, que al igual que la cerveza se usa para nombrar a la población de Cusco, por cierto aquí se escribe sin zeta intercalada.
El valle Sagrado continúa en la otra dirección buscando el nacimiento del río Urubamba, la palabra bamba significa valle en quechua.

Madre de Dios, esa región es donde nace el verdadero, el misterioso, exuberante y brutal amazonas, que cosquillea en mi cerebro una futura aventura en moto, la primera expedición en moto en cruzar semejante huerto salvaje. De momento está la base del proyecto que empieza a tomar forma.

Cerca del la laguna de Huaras , junto a Oropesa se encuentra la conexión del cruce que nos devuelve la ruta de regreso por la panamericana a Puno, lugar de destino que está por descubrir. Allá la serpenteante carretera de llamas y perros de montaña van adornando el altiplano, con una vegetación helada de paja brava. la hierba alimento de las llamas que además sirven para recubrir los techos de las casitas de los pueblos perdidos.

Hay varias estampas que no dejan de sorprendernos del altiplano, la imagen de los perros echados a orillas de la carretera, y los niños con uniforme que caminan a los costados de la misma, los rebaños de llamas pastando y las torrenteras de aguas cristalina desgarrando la tierra de los valles en su recorrido hacia el mar o el lago,

Las cumbres perennes siempre hay, pero están más arriba, los picos se suceden como por encanto, las altitudes de todas estas cadenas montañosas rondan y pasan los seis mil metros, es un desafío continuo al cielo y su perceptible abundancia.

Juliaca es de cuento oriental pero en pleno pulmón del altiplano, es la ciudad más caótica del Perú. Miles de triciclos, coches carros, burros, camiones, guaguas se roban los pocos espacios que quedan de las sucias y denigrantes calles del pueblo, vías colapsadas de movimiento mecánico y humano sin orden ni concierto, todos pasan y la ley del espabilado, píta que te doy y morro que te meto.

Hay que apurar el embrague de las motos y vigilar los cuatro costados para que no te rocen, o tiren, aun así es sorprendente esta actividad desenfrenada, cruzar el pulmón de este pueblo significa impregnarte de su vida ajetreada y desconcertante, a donde diablos va y viene tanta gente.

Desde el cerro a la entrada del lago Titicaca se observa una de las bahías de este inmenso mar de alturas, la ciudad de Puno está asentada en su golfo y al igual que el resto de pueblos del altiplano, sus figuras son las distinguidas casitas de barro, con sus callejuela estrechas y desorganizadas.

El lago esta cerca de los 4000 m. de altura, sus medidas más destacadas son: La longitud mayor del mismo son 165 km. Por 60 km, en su parte más ancha, y el punto más profundo sobre los 300 m. de altura. Una idea del enorme mar que se comparten Perú y Bolivia. Sin duda el único mar que le queda a Bolivia.

El movimiento turístico entorno a este lago es importante, su gran atractivo el viaje en Barco a visitar las islas de los Uros, estas islas tienen una peculiaridad importante pues sobre las cincuenta y dos islas artificiales y flotantes que han construido este pueblo se asienta toda una cultura ancestral con lengua propia los Aymaras.

Las islas flotantes se construyen con la Totora, esas plantas marinas que crecen en el lago, y que son su principal fuente de recursos, las casas, las barcas, muchos detalles artesanales y turísticos mueven la supervivencia de este fantástico pueblo, que lucha por mantener su identidad aunque el reuma le coma los huesos.

Mañana toca el final de etapa, para llevarnos un buen recuerdo será la etapa más larga tendremos que cubrir los 650 km. Cruzar el altiplano sobre los 5000m. Donde la respiración se hace difícil y bajar hasta Mocegua recuperar la frontera con chile y arribar en Arica, si todo es posible sobre las 5/ 6 de la tarde.





13 mayo 2008

OLLANTAYTAMBO.- Los niños nos sonrien























Hoy hemos tenido un día especial, hemos arrancado sonrisas, hemos inyectado pequeñas dosis de felicidad a tanta gente, niños, mayores, ancianos, con tan poca cosa, como brota la alegría en la las personas, pudiera decir que hemos cumplido con la moto solidaria, llevado el mensaje de amistad y arropo a la base del pueblo.


Nos tomamos unas horas más de tiempo en la cama, para recuperar fuerzas, ya que realmente estamos haciendo un verdadero sprint en toda la aventura, las etapas largas se complementan con las visitas culturales y la noche muere temprano, así que descansar unas horas más por la mañana nos vino bien.

A las nueve de la mañana, vino el microbús a buscarnos con Ruth, la guía que ya nos presentó Cusco y nos acerco la realidad histórica del pueblo Inca, pronto nos fuimos a Pisaq unos setenta kilómetros al otro lado del valle Sagrado, allí vimos otras ruinas interesantes y nos fuimos al mercadillo del pueblo.

Habíamos llevado varias bolsas de regalos para los niños, poder conectar con la infancia en primera persona nos otorgó una satisfacción muy agradable, me llamo mucho la atención el mercadillo agrícola y artesanal, una versión histórica de los que tenemos en canarias, la fruta de todos los colores y sabores, se vendía de todo lo imaginable, la gente en este pueblo monta los mercadillos los domingos, pero este además era especial, por ser día de las madres en todo el país.

Entre observaciones y regateos compramos chucherias con el tipismo de acá, comimos truchas artesanales, frutas extrañas como el maracuyá o el pepino en fruta, miles de puestos y ventorrillos, donde se vendía desde Hojas de coca hasta cochinilla, el pulmón económico de este pueblo sin duda es el mercadillo al turismo, del fin de semana.

Nos fuimos a Urubamba a comer en un bufet y de allí nos llevaron a Ollantaytambo para ver sus ruinas y sus fiestas anuales, fue aquí donde quede maravillado, con la esencia pura de las tradiciones, una decena de comparsas con trajes de disfraces interpretaban danzas y desfiles con el colorido y el sonido característico de un pueblo con mucha esencia cultural.

Los niños se manifestaban alegres y agradecidos por los regalos que les dimos, lo estaban además por las fiesta principales del pueblo, el sonido de las comparsas lo compartíamos con unas chichas, cerveza de millo, un poco rara de sabor pero auténtica, en las casas que se vendía chichas colgaban de una caña unas bolsas rojas para llamar la atención

Regalamos cientos de cepillos de dientes, y Carlos naranjo se pasó todo la tarde sacando fotos en primer plano de los niños. Que encontraba una verdadera colección de caras felices, Las fiestas eran del cristo de Huarapanquy y es tradicional todos estos ritos ancestrales donde las comparsas tratan de satirizar a la religión católica.

Me llamo mucho la atención como combaten el frío durante la fiesta, colocan troncos de árboles gigantes en la plaza y le prendían fuego, así la brasa se convertía en la mejor estufa natural, como estamos contentos se nos ocurrió alquilar tres triciclos con motores de motos pequeñas y nos pasearon por el pueblo entre risas y fiestas.

El último acto generoso del día fue llevar al hospital, aquí se llama casa de postas. Todo el material humanitario que nos quedaba, cuatro bolsas de regalos de diferentes índoles desde juguetes para los niños hasta cepillos de dientes y pastas. Que habíamos conseguido burlar a la aduana peruana.

El doctor de guardia, nos atendió y agradeció profundamente el detalle, posó para la foto con nosotros y nos dedicó todo el tiempo que pudo. Salimos inmensamente felices de haber concluido una jornada completa de interacción total con los más necesitados.


Mañana toca una etapa dura de 450 km. Volvemos a cruzar el altiplano para dirigirnos a Bolivia, el lago Titicaca es nuestra penúltima visita, se lo seguiremos contando,

12 mayo 2008

URUBAMBA El rio de los sueños del Imperio












Amaneció en el Valle Sagrado. Los Incas, establecieron aquí su imperio fundaron sus credenciales y adoraciones en toda su cultura se adivinan el sol y luna. Desde Pisaq hasta Machu picchu. El profundo tajo que la naturaleza le ha dado al altiplano, convirtiendo este valle en mágico.

Nos tocaba levantarnos temprano, teníamos que pillar el tren a las 7 h. de la mañana en Ollataytambo, había que rodar por la carretera unos veinte kilómetros hasta la estación del tren, allí descubrimos un pueblo sin evolucionar, viviendo a expensas de los turistas que toman el tren.

Estos pueblos del valles, todos tienen el mismo patrón, el fenómeno machu picchu, a arrastrado a miles y miles de turistas diarios a realizar el camino del Inca moderno, de esta manera han ido creciendo en oportunidades y se manifiestan como verdaderos centros comerciales de “chucherias” de esta cultura o fenómeno.

El Perurail se fundó en los años 30, después de que el Inglés Beikcman descubriera el imperio Inca en 1904, se creó con definición de explotaciones, hay tres tipos de trenes. De lujo, para los mochileros y para el pueblo. En la estación suelen ser muy puntuales, tuvimos la suerte de poder pillar el primer asiento que te da toda la panorámica de la vía y el paisaje

Su andar sereno, en medio del valle, nos fue abriendo ventanas de autentico espectáculo natural, las paredes de los cerros de inclinan hacia lo perpendicular a medidas que nos adentramos en el corazón y nacimiento del amazonas. Los animales cruzan la vía lentamente y las bocinas les alertan de los posibles atropellos.

Es difícil describir la sensación que trasmite este viaje adentrando en el corazón del Inca
El Río Urubamba nos acompaña durante el recorrido y su bravura y caudal va en incremento a medida que se le unen afluentes y cascadas de las impresionantes cumbres nevadas que lo protegen, ahora es pura selva y el paso debajo de las cornisas y cañones acongoja el alma ante semejante espectáculo.

Mientras, nos invitan a un mate de coca, y nos sugestionan el espíritu con música andina.

Aguas Calientes, es el punto de destino, un pueblo oasis en medio de la selva, autentico santuario de la antesala de la montaña vieja que significa Machu pichu, allí descubrimos otros encantos en las construcciones y la piña edificada de calles angostas y turísticas.

Ahora nos toca subir a la guagua que nos lleva después de escalar media hora a la estación de la ciudadela Inca. Una pista de tierra con el único tránsito de los buses de turistas, que suben y bajan a todas horas, es temprano y llegar arriba con poco bullicio nos facilita la información que nos ofrece nuestro guía Jorge.

Estar en la ciudadela es la realización del sueño de niños, como diría Merche, cuando le pedí un titular para esta crónica, es todo lo que hemos visto en enciclopedias, fotos y textos históricos, pero además es extraordinario semejante espectáculo de la mano de esta cultura indígena, Jorge nos trato de situar en todas las hipótesis que se barajan entorno a la construcción.

La adoración al sol se manifiesta en todos sus templos, conocían y veneraban al Dios sol y la diosa luna, es realmente imaginable las precisiones de las estaciones del año para la agricultura, para los años buenos de cosecha, para los equinoccios y solsticios, todo jeroglíficos con concisas explicaciones científicas y astronómicas

Es verdad, lo de la energía misteriosa que se palpa en la ciudadela, las cumbres impenetrables que circundan alrededor de este templo gigante, le hace más misterioso e incomprensible, sin duda patrimonio de la humanidad y que el gobierno peruano mima con tremendo cuidado para su conservación y trascendencia.

Volvemos a la estación de la guagua extasiados de placer e información, maravillados del milagro de palpar esta cultura y su genial obra en la ciudadela de machu picchu, bajamos a aguas calientes dormidos entre baches y curvas de tierra, para darnos un paseo por el pueblo, comer algo y visitar las fuentes termales.

Pronto rechinaban las vías del tren y el sonido característico de estos carros en funcionamiento otra vez el paisaje nos eleva nuestros sueños a palparlos en la realidad, a veces me preguntaba si era verdad este sentimiento atolondrado de altura y misterios.

Pudiera realzar más la grandeza de esta civilización si tuviera los conocimientos de un científico y la audacia de un palenteólogo, Pero me quedo con el sentimiento de satisfacción y ojos del viajero que a descubierto cuan pequeña la memoria y cuán grande la realidad.

A través de la ventana de la habitación del hotel, veo una familia compuesta por mujer y dos niños pequeños, uno de ellos el más pequeño colgado a la espalda no creo que tenga un año todavía, hace frío y un sentimiento de culpa me invade, probablemente ellos si están preparados para sobrevivir en condiciones extremas.


Mañana tenemos otra etapa de 40 kilómetros, seguimos descubriendo ruinas y especializando en cultura indígena, creo que realmente merece la pena acercarse a estos pueblos y conocer la historia y cultura y convivir con su folklore y esencia.

11 mayo 2008

CUSCO.- Casitas de Chocolate













Vivir a 3500 m. de altura sin duda te condiciona, cuando ves que el sol sale a las 6.10 h. de la mañana y a través de la ventana del hotel, amanece sobre un pueblo dormido de color marrón, con todas las casas iguales, la curiosidad por descubrir los recovecos de esta urbe te pone en guardia.

Después de un generoso desayuno, tomamos el minibús que viene a buscarnos para iniciar nuestra visita cultural al Cusco. Las calles adoquinadas, las casas viejas y las estructuras coloniales, salpican todas las cuadras, el bullicio mañanero va descubriendo una actividad turística fuera de lo normal, este pueblo vive para el turismo.

Qorikancha, el Covento de Santo Domingo de Cuzco, Nos acercó a un primer contacto con la historia de la civilización Inca. Ruth, una cusqueña con rasgos andinos nos dio un sencillo y exhaustivo repaso, nos llevó a Saqsaywaman para ver las construcciones dedicadas al Dios sol. Unas enormes piedras talladas y trasportadas con mañas ascentrales.

El mirador sobre Cusco, nos dio una dimensión de la magnifica ciudad del altiplano, la situación geográfica de esta urbe en un valle encajonado entre cerros gigantes, Los cusqueños han aprovechado las laderas para construir sus casa colgadas de las montañas, parece una gigantesca maqueta de casitas de chocolate.

La ciudad está salpicada de Iglesias y cuadradas alineadas sin mucho orden, el aeropuerto local se ha quedado en medio de la ciudad y aterrizar en este cajón debe ser algo complicado para la aviación. El Estadio de futbol es otro reto para el deporte pues el equipo local, tiene bastantes ventajas ya que es el más alto del mundo.

Cusco tiene algo especial, su plaza de Armas monumental, y bien cuidada, los jardines, las fuentes, las galerías comerciales un aire que te atolondra poquito a poco, es todo tipismo, es increíble como los cusqueños te hablan en inglés, y les aclaras en Español la suerte de entender el idioma universal para ellos. Que pena no poder quedarnos más tiempo en esta ciudad, me ha dejado el mismo sabor que Arequipa, pero con un toque más del altiplano. La vida acá no es fácil pero gracias al batallón turístico que mueve toda la zona, las oportunidades son más fáciles para todos.

El poder de la iglesia católica esta impregnado en la vida de toda Sudamérica, y resalta los valores morales en la pobreza, en la festividad, en la idolatría a los símbolos religiosos, Al igual que los conquistadores españoles llegaron a estas tierras y saquearon imponiendo la religión dejaron un profundo sentimiento de dependencia en una sociedad que no dejará de ser pobre.

Llegamos al mediodía al hotel para continuar la jornada, nos metimos el equipaje motero y abandonamos esta urbe, a la que se me antoja regresar a tantas cosas que me quede por descubrir, nuestro amigo Roberto como premio a la simpatía del grupo nos llevo a visitar la sorpresa en Maras.

Estamos descendiendo ahora después de 50 kilómetros por una pista de tierra en buen estado, nos metemos en un desfiladero al que nos salta la sorpresa de la que nos había hablado Roberto. Unas impresionantes Salinas colgaban del acantilado cientos de ellas en escalinatas con una estampa espectacular. Paramos al borde del abismo y fotografiamos la panorámica de este emplazamiento escondido.

Bajamos hasta la base y dimos la visita de rigor a la artesanía andina, cuyo milagro es saber que de la tierra a tres mil metros de altura hay nacientes de agua salada. Increíble, compartimos nueva experiencia con varias familias de niños en la carretera, les dimos regalos y hablamos un rato con la bondad de unas gentes que viven por la gracia del todopoderoso.

De regreso grabamos una pasadita en tierra con la genialidad del motor de la BMW que lo llevamos a cerca de los 150 por hora, durante unos segundos de adrenalina pura, en pleno altiplano, al fondo las cumbres nevadas nos dejaban una estampa alpina muy conocida en Europa.

Ahora estamos en Urubamba, el pueblo del valle sagrado, hay que comentar que el valle sagrado lo componen pueblos importantes y de gran atractivo monumental.- ellos son Pisac, Urubamba que además se le llama al fascinante rio que lleva a Ollantaytambo y Aguas calientes destino principal de nuestra jornada de mañana.

Para llegar al hotel lodge nos adentramos a través de otra pista de tierra en dirección a las laderas de Urubamba, paisanos y niños nos saludaban alegremente, algunos cerdillos corrían sueltos junto a los perros que son mayoría en todo el Peru. El hotel se nos apareció entre el bosque y la montaña, en un lugar paradisíaco y con una estructura y buen gusto que nos dejo inmensamente plácidos.

Mañana toca el gran esperado, Machu picchu, será un paseo de 70 kilometros a través de la Selva y a orillas del Urubamba, esperamos cargar energía andina, `dicen que se respira en todo el valle para poder transmitirles esa experiencia







10 mayo 2008

ALTIPLANO.- Paseando por el cielo








Salimos temprano, a las 6,30 h ya tenemos las motos cargadas y todo listo para partir al cielo, Arequipa esta despertando lentamente a la actividad, y la aurora de la mañana deja una estampa a la catedral preciosa. Pronto dando saltos entre adoquines nos vamos escapando por el cerro colorado hacia el noroeste, a la izquierda de las cubres del “Chachani”.

Las Guaguas de la perisferia van llenas reventar de gentes que acuden a sus puestos de trabajo, la gente camina al pié de la carretera, y todo cobra de repente una inusitada actividad, Arequipa sin duda es una ciudad para volver y descubrir con más tiempo, pero nosotros el tiempo es oro y la carretera el camino que nos lleva a descubrirlo,

En poco menos de 70 kilómetros, ya habíamos subido hasta los cinco mil, la carretera con curvas largas y aceptable pavimento nos ayudaba a escalar a las cima, disfrutando de la conducción. Dejamos atrás Yura, Patahuasi, e Imata, Ahora es el cielo el que nos lleva en volandas, el paisaje del altiplano es sobrecogedor, llanuras inmensas, valles helados, Picos majestuosos, lagos ateridos. Vicuñas salvajes, ovejas

La respiración se hace difícil, hay que esforzarse en respirar profundo y lento, la falta de oxigeno nos atolondra, a partir del control de Santa Lucía, la carretera empieza a ser horrible, parches, baches y irregularidad, tenemos que ir esquivando lo que podemos, mientras los carteles rezan que estamos cerca de Juliaca

Juliaca es una ciudad horrible, no hay orden y hemos rodeado el exterior entre chatarra, calles sucias, polvo, gente que va y viene, triciclos que se te cuelas por todos lados, a la orilla de las calles ves tipos soldando escapes con soplete, gente que vende frutas en carros destartalados, perros por todas partes cruzando, camiones cayendo a trozos envueltos en nubes tóxicas, todo el desorden más inimaginable junto en la ciudad.

Ahora tomamos la panamericana. Que no es ninguna autopista, es una carretera un poco más decente, empezamos a internarnos suavemente en un valle que desciende al píe de la cordillera montañosa, estamos sobre los cuatro mil, y vemos bellos pueblitos de adobe y paja brava salpican la geografía.

La vegetación va ganando color y los eucaliptos forman pequeños bosques en las vaguadas y cerros. Púcara, Ayaviri, Santa Rosa, Nos sorprende ver niños tan pequeñajos caminando por la carretera al regreso del colegio, tocamos las pitas y nos saludan alegres al ver la caravana de motos.

Las paredes de los cerros crecen a ambos lados de los valles, gana en calidad de viviendas, y la actividad agrícola es un bien latente. Pasamos por Abra la raya, rachí, Sicuani, es aquí donde el río crece y empieza hacer espectacular, sereno y caudaloso invita hacer canoa o “rafting”

En Combapata, unas nubes descargan granos gordos de agua, dejando el tacto a flor de piel, extremamos la conducción hasta el siguiente pueblo Urcos, la lluvia devuelve el sol y pronto se nos seca el equipo motero, Una última parada para recuperar fuerzas ante los escasos cien kilómetros para Cuzco,

Andahuaylillas y Oropesa son los pueblos que dan la bienvenída a Cuzco, que nos toca con el sol de frente, otra experiencia Horrible, entrar en esta ciudad en la caída del sol, extremamos las precauciones, tocamos las pitas como descocidos, y las nubes de humo contaminante abrazan la luz del sol convirtiendo la llegada en un acceso al infierno.

No puedo ver nada, solo el parachoques del delante, gente que nos mira como si vieran extraterrestres y la calle principal bacheada y caótica, Así casi media hora hasta encontrar nuestro hotel, llegamos extasiados han sido 600 kilómetros de emocionantes e intensa actividad, nos vamos a comer algo, “Briefing”

Hoy estamos todos cansados la etapa a sido dura, y aunque pueda contarles más detalles de todas las emociones vividas me puede el sueño.
Mañana conoceremos cusco, y algunas ruinas de alrededor, acabaremos en el valle sagrado después de andar una etapa corta de 110 km.

Vamos hacer turismo de a pié los próximos días, se lo seguiremos contando desde la tierra del condor y los Incas.



09 mayo 2008

AREQUIPA.- Entre Titanes




















AREQUIPA.- Entre el Chachani y el Misti

Estaba pensando en el titular de la etapa vivida y después de barajar otros me quedo con la estampa que nos ofrece los dos guardianes de Arequipa. Los Volcanes nevados del Chachani y Misti. El otro titular era, “niebla en el desierto” Pero no justificaba la emocionante llegada a Arequipa.

Salir de Tacna fue rápido, Roberto nos dio instrucciones precisas, de cómo se conduce en Perú, hay que actuar con decisión y energía, tocar la pita para que te vean y hacerte respetar, esta lección hay que afirmarla en Arequipa pues el tráfico es más denso e inquieto.

Es increíble pensar que entrar en Perú cambiaría el escenario del desierto, pero en realidad cobra más fuerza en ocasiones. La cantidad de Dunas y llanuras hace pensar que estamos en Mauritania, pero no en la desconocida Perú, la soledad de las tierras del sur y la monotonía de un paisaje sin vegetación deprime un poco el alma.

La carretera a veces está bien, a veces bacheada, desde luego no hay autopistas, son todas de doble carril, hacemos ráfagas de luces cuando vienen camiones de frente para mostrar nuestra presencia. Nos llama la atención antes de la aduana de Tomasiri, como la carretera cruzó un antiguo cementerio, dejando tumbas y cruces desiertas a ambos lados del camino.

Siempre que realizamos más de 100 kilómetros continuados, acabamos con las paradas forzosas, para recuperar la posición de la conducción. Asier que es mi pasajero va grabando el paisaje y la caravana de motos. Cruzamos el río Lacumbe con bastante caudal de agua, las curvas empiezan a ser la tónica en los cambios de nivel, muchos camiones pesados que tenemos que adelantar con raya continua.

Roberto nos confirmó, la extrema precaución en la conducción ya que en cualquier curva te puedes encontrar a los peruanos sin señalización arreglando la carretera. Estos chicos no se quieren mucho. Dejamos el cruce de Illo a la izquierda y nos adentramos en Moquegua,

Hay que comentar que los fértiles valles, van dando otra cara al desierto y el contraste de los campos verdes, llenos de hortalizas y vacas pastando, choca con las montañas secas y arenosas que salpican toda la geografía. El río Tambo nos va acercando a la ciudad blanca de Arequipa a la que ya adivinamos las torres nevadas del Chachani, Pichu pichu y Misty.

El color de la tierra es tosca blanca, la carretera empieza a congestionarse de camiones pesados, que circulan parados, hay que ir adelantando con mucho tacto, pues no están por la labor de parar, la raya continua es amarilla y esta de adorno para todos, hay que aprovechar hasta las pequeñas curvas con visibilidad para pasar a estos monstruos.

Entramos en Ayacucho, en el control fronterizo para los vehículos pesados, han dejado un carril para las motos colgando de la carretera en medio de la valla, hay que pasar con mucho cuidado para no arrancar las maletas, último tirón hasta Arequipa.

La antesala a esta inmensa ciudad, la segunda más grande del Perú es de postal, pues las cumbres de los volcanes. Se levantan más de tres mil metros encima de la ciudad, caos circulatorio, empezamos a tocar las bocinas en todos los cruces de calles, perros, personas, motos, hemos observado que aquí hay muchas motos,

La ciudad de Arequipa nos va descubriendo su antigüedad, su asentamiento y su actividad económica. El movimiento de tráfico, de taxis enanos amarillos, de carritos de helados, de una población bastante joven y dinámica. Llegar a nuestro hotel, situado en el corazón o costado de la plaza de armas nos llevó un rato, pero pronto paramos en la puerta entre pitas y apretones de tráfico para dejar las maletas y el material.

Hubo que aligerar para llevar las motos dos cuadras detrás a un aparcamiento privado, donde dormir tranquilos con nuestras compañeras de aventuras bajo tutela.

La plaza de Armas es monumental, muy activa, la catedral y el convento de Santa Catalina labrada con tosca blanca, da una dimensión artística y turística al corazón de esta ciudad increíblemente bella. Nuestro hotel Sonesta Posada del Inca, se encuentra en un lateral de la plaza y las vistas y atenciones son muy del agrado.

Nos sacudimos la ropa de la moto y pronto estamos yendo una pequeña comitiva compuesta por Merche, Elías, Benito y yo al colegio San Juan de la Salle, Allí nos esperaba el padre Jorge Ribera hermano de nuestro amigo Carlos, nos recibió con la dirección del colegio, y agradeció el esfuerzo que habíamos realizado para intentar llevar hasta allí la medicina.

Como sabemos que la Iglesia tiene muchos y buenos contactos en todo el país, se comprometió a mover sus amistades para intentar recuperar la medicina de la aduana, Nos alegro saber que ya nos conocía y había leído la aventura a través del blog. Tras unas fotos y unos abrazos, emprendemos el regreso al centro, con la conciencia un poco más tranquila.

Damos una vuelta por las adoquinadas cuadras del centro, el bullicio y el movimiento de gente es abundante, aprovechamos para mirar las tiendas y comprar algunos detalles a los nuestros, llamar por teléfono a España y tomarnos el pizco Sauer en las terrazas.

Quedamos a las siete para cenar y con caras de cansancio celebramos mi cumpleaños con tarta de chocolate peruano y un original regalo con historia para escribir aparte, de manos de Asier y Merche, para la galería del rincón viejas glorias.

Con más ganas de dormir que de seguir de fiesta, nos fuimos al hotel a descansar, en las terrazas se oían músicas de todos los estilos, en la del hotel además Actuaba algún doble de Camilo Sesto, que nos rememoraba los años setenta.

Me comentó Merche que en los carteles anunciaban la actuación en directo de Juan Bau y Dany Daniel esa misma noche en otra parte de la ciudad y es que por mucho Internet que tengamos y móviles de última generación la sociedad arequipeña, vive en los años setenta, la radio, la televisión y los comercios ayudan alimentar esta imagen.

La Etapa de mañana será dura. Nos esperan 600 kilómetros de altiplano, de cruzar cumbres heladas y valles angostos, esperamos que el espíritu del Inca, nos proteja y nos dé fuerzas para el viaje, hemos comprado la soroche pills, unas pastillas para el mal de altura, ahora nos vamos a doblar las carpetas, que empieza el otro baile. Se acaba el desierto.

07 mayo 2008

HUMBERSTONE.- Regreso al pasado












Anoche después de llegar al hotel, nos brindaron la cena de Bienvenida y en el fragor de la buena mesa, propusimos un titular para el artículo de hoy. Con todas las vicisitudes aduaneras y el recorrido realizado desde nuestra salida de Iquique. Salieron titulares de todos los colores, profundos, emocionantes, lastimeros e incluso ausentes.

Fue este último el que decidimos tomar, nuestro querido Pedro Estévez, mantuvo el pulso a la emoción que le produjo nuestra visita a Humberstone. La ciudad salitrera del pasado. Pero vayamos por parte.

Abandonar Iquique cruzando sus calles transitadas de buena mañana, no nos llevó mucho tiempo, pronto estamos escalando la pared que da la espalda a la ciudad y nos lleva al alto Hospicio. Observamos desde la altura, el asentamiento ciudadano en todas las perisferias de las ciudades por las que hemos pasado, las chabelas mantienen y adornan las cuadras geométricas de todas las calles.

Después de repostar y dejar la última mirada a Iquique, que además goza de una gigantesca duna de 300 metros de alto a sus espaldas, dando y reforzando aun más, ese toque turístico de ciudad costera del pacifico, del que presume.

Humberstone es una ciudad fantasma, recorrer sus calles observando los detalles es puro recreo del pasado, pues la imaginación nos relata constantemente algún pasaje de la vida de lo que allí acontecía a diario. Para ubicarnos vamos descubriendo un poblado del Oeste de dimensiones enormes, realizado en madera, calles anchas, y todo tipo de detalles.

Oficinas salitreras, máquinas de vapor, tiendas de bebida, la plaza del pueblo, el teatro, con su viejos carteles en un costado del parque y enorme, todo de madera, la pulpería, el colegio con 10 aulas al más puro estilo americano, las canchas, el hospital, la piscina municipal con el estanque de hierro, máquinarias del pasado, gradas de madera, trampolín, el hotel del pueblo, los salones, el mercado municipal, todo realizado con un orden y concierto que nos quedamos encantados de un regreso al pasado bestial.

Hay que decir que el pueblo tiene más de 150 años que vivió en el unas cuatro mil personas que trabajaban en las minas de Sal. Nos quedamos con una frase que escondía una tragedia. En el interior de la pared de la iglesia, “En recuerdo de la masacre silenciada por la iglesia y el gobierno hace ahora cien años” Terrible debe ser lo que sucedió allí, y nos llena la mente de fantasmas del pasado, deambulando por la ciudad.

Ahora nos dirijimos a Huara después de dejar atrás el pozo de Almonte. La Pampa del tamarugal nos va acompañar hasta Cuya, donde el desierto empieza a ser montañoso. Los descensos de las paredes de arena son de veinte kilómetros por costado, los profundos valles y cañones nos devuelven la realidad de un país enorme lleno de soledad, dejamos atrás el río Camarones para subir a la quebrada del mismo nombre y reiniciar el descenso a chiza.

Arica esta cerca, esta última ciudad del norte esta asentada en el delta del valle de Azapa, famoso por sus olivos, es otra ciudad asentada encima de las dunas, en toda la parte norte del país y en nuestro paso por los valles, hemos entendido por que la arena llega a la cordillera, pues el fuerte viento arrastra constantemente peinando todas las gigantescas paredes del valle, formando una visión escalofriante e inhóspita.

Arica, será nuestro final de aventura, Antes entraremos a Perú tenemos que iniciar un proceso engorroso de trámites aduaneros, chile nos resuelve el paso más rápido, ahora toca la cola del Perú, un cuño, dos, tres, cuatro, cinco y seis, ahora allí, ahora allá, ahora en la otra ventanilla, ahora al señor de uniforme, pura manera de enredar a la pobre gente que no esta ducha en la administración y el papeleo.

Ahora le toca el turno a la ayuda humanitaria, las cosas pintan mal, no se puede entrar nada, el jefe inmediato, habla con el superior, le damos la carta de recomendación y empieza el baile: No se puede entrar medicamentos en este país sin permiso, eso lleva otros trámites, estira y encoge, nos niega casi todo, llaman a otro superior y acaba bajando toda la corte diplomática del estado del Peru, para negarnos la entrada a unas simples y gratificantes cajas de medicina, que al final son requisadas por su bondad y celo. Podemos pasar los juguetes para los niños, en una sola caja de cinco grandes.

Sin entender bien la situación decidimos continuar sin ayuda humanitaria y con voluntad, nuestro gozo en un pozo, como diría Elías en su titular. Regalar es caro, lo sabemos y así les va a los países pobres. Al final el filtro se merma a favor de los menos necesitados. La diferencia entre el quiero y el puedo es una muralla insalvable, a veces.

Con cara de pena, aceptamos el sur del Perú que se abre seco y lleno de dunas, nos vamos a Tacna, la ciudad donde acabamos la Etapa. La carretera está más descuidada y pronto la ciudad es más dinámica, hemos visto muchos policías de tráfico en la entrada a la ciudad, un corredor adecentado con césped empieza a vestir las calles, llenas de publicidad.

El gran hotel Tacna está en la cuadra principal y notamos que los peruanos son más activos y cercanos, cientos de taxis circulan en caravana en todas direcciones y van conformando una actividad fuera de lo normal, después de descansar, atrasamos los relojes una hora, aquí pronto se hace de noche, hemos quedado con un cambista para cambiar soles, que es la nueva moneda y acudir a la cena de bienvenida que nos brinda moto aventura.

Restaurante Fiesta, excelente, lugar y elección, la comida exquisita, unos entrantes típicos, Cebiche, el Rocoto, la Yuca, y las excelencias del cocinero que nos va trayendo otras variedades al gusto de cada uno, Pato a la braza con salsa de nosequé, costillar de cabrito en baño de nosecuanto, carnes, pescados y un “Font de Bac” el vino que algún francés decidió apadrinar y cultivar en estas tierras.

Excelente noche de charla y camaradería, nos reforzó el valor de los buenos momentos y alimentó nuestra convicción, para continuar descubriendo una aventura que de momento será inolvidable.

Mañana, continuamos al norte, la etapa será de 400 kilómetros, por fin descubriremos la ciudad blanca Arequipa, las tradiciones, el colorido y las bondades de estas tierras, ricas en folklore, costumbres, artesanía y misterio,

Lo iremos descubriendo, poquito a poco, con la avidez del viajero que inquieto descubre el pasaje del mundo ante sus ojos, somos jinetes del tiempo y observamos la película con el guión que está escrito. Este planeta es demasiado hermoso para permanecer ausentes, la aventura cobra fuerza y nos va dando razones para seguir felices e inquietos.